05 octubre, 2011

Capítulo 60 "Anuncios penosos"

La primavera estaba comenzando en Lisboa y los primeros retoños empezaban a florecer. El perfume de las flores inundaba cada centímetro del parque que con mucha dedicación cuidaban las damas portuguesas. Después del desayuno, un par de ellas removían la tierra con afán y recortaban los pastos dañinos que se empeñaban en amarrarse a los delgados troncos de los rosales color púrpura. Otras se dedicaban a regar diferentes sectores del jardín mientras una dama muy joven controlaba las nuevas germinaciones.
Zafiro hacía rato que miraba con deleite el empeño que cada una de aquellas mujeres ponía en la tarea que le había sido asignada. Estaba muy feliz de volver a estar en la casa. Si bien el concilio en Valdivia había sido un éxito de organización, los acontecimientos que se sucedieron más tarde, empañaron la alegría del primer momento.
Estaba afligida y preocupada. Las decisiones que se debió tomar fueron extremas y no iban a ser nada fáciles de poner en práctica. Ópalo Pierre había dado su completo consentimiento con respecto al futuro de su nieta. En su interior sabía que Ópalo iba a enfrentar un gran desafío al hablar con Ámbar. La joven era una muchacha muy rebelde y continuos desplantes le habían provocado una enorme cantidad de disgustos.
Sin embargo el conflicto que más atormentaba a Zafiro era el que se había desatado con la familia Roccia. Ágata era una de las mujeres más importantes en la vida misma del Clan. La sabiduría y la templanza que le eran características, siempre funcionaron para el resto de las damas como un verdadero ejemplo a seguir. Su opinión era de suma importancia y el apoyo incondicional que le había brindado, la sumían a Zafiro en una profunda tristeza.
Rubí era una de las elegidas y eso no tenía vuelta atrás. Su fecha de nacimiento, la posicionaba de una manera muy especial.
Su origen puro y sus extraordinarios dones debían perduran en el tiempo. Era absolutamente necesario que su sangre fluyera y su ser gestara una nueva vida. Rubí era una de las piedras más preciadas del Clan. Gozaba de todas las condiciones necesarias para engendrar una nueva fuente de energía sumamente poderosa. La historia de su familia era intachable, su origen primario y su excelente salud la destacaban entre las demás jóvenes de su edad. Sólo Ámbar Pierre podía llegar a equiparar sus cualidades. El único factor que no la favorecía era el escaso dominio que tenía sobre sus dones. Además existían graves sospechas con respecto al uso negativo de su fuerza.
De confirmarse estos hechos, los castigos podrían llegar a ser muy severos. El poder de las piedras era naturalmente positivo, cualquiera de las damas que osara violar esta regla debía ser severamente penada.
El teléfono sonó y Zafiro no pudo evitar pegar un respingo de sorpresa. Se acercó hasta su escritorio y atendió la llamada.
-Estimada Zafiro…
La dama portuguesa reconoció la voz de inmediato. A pesar de dominar perfectamente el idioma castellano, un ligero acento francés se colaba ligeramente entre las palabras.
-¡Qué sorpresa Jean! Tanto tiempo sin tener noticias de ustedes… -dijo Zafiro con cortesía.
-Es verdad. Sin embargo no fue nuestra decisión alejarnos de las damas del Clan… -ironizó la Guardiana con frialdad.
-También es cierto que el problema que nos mantuvo un tiempo separadas, no fue una situación menor. –y agregó con sumo cuidado- Dos personas jóvenes perdieron la vida…
Jean contrajo los labios en una mueca de fastidio y no pudo evitar que sus próximas palabras destilaran cierta cólera.
-Creía que ese tema estaba aclarado. No existió ninguna prueba contundente que nos relacionara con aquel episodio fatal.
-¡Por Dios, Jean! –exclamó Zafiro exaltada- Ambas conocemos de sobra la inestabilidad de Clarencia y la irritabilidad de Edana… Therese admitió que…
Jean no le permitió a Zafiro culminar la frase. Su voz sonó helada a través de la línea telefónica.
-Creo que ese tema está resuelto. Además esta llamada es por un motivo mucho más importante. Nos ha llegado la noticia de que estamos en condiciones de poner en práctica uno de nuestros rituales más antiguos.
Zafiro permaneció en silencio. No cabía duda que Rosa Pietra o algunas de las damas de los clanes alemanes se habían encargado de filtrar la información.
-Es verdad Jean. Existen dos jóvenes elegidas que están en condiciones de cumplir con el ritual de concepción forzada.
Mientras pronunciaba estas palabras, la garganta de Zafiro se fue secando y apenas pudo culminar la frase con un hilo de voz. Estaba apesadumbrada y ahora se sentía acorralada.
-Muy bien, eso quería saber. Cuando todo esté coordinado, nos volveremos a poner en comunicación. Mi próximo paso es enviar a los sacerdotes a poner en condiciones el Templo de Estocolmo. Va a ser un verdadero honor colaborar nuevamente con el Clan.
-Gracias, Jean. –musitó Zafiro con desazón- Mis saludos para el resto de las Guardianas.
-Gracias, Zafiro. Nos vemos pronto.
El tono triunfal en la voz de Jean logró su cometido. El hecho de que las Guardianas Sagradas tuvieran cualquier clase de participación en los próximos acontecimientos le provocaba una ola de escalofríos. Y lo peor de todo, era que estas mujeres estaban estrechamente ligadas con este ritual.

Ópalo Pierre había dormido unas pocas horas. El viaje desde Chile la había agotado y la ansiedad por comenzar a tomar ciertas decisiones le estaba provocando un desagradable malestar.
Todo lo acontecido en Valdivia le dejaba un sabor agridulce en la boca. Por un lado la reelección de Zafiro Pedra como Jefa Suprema la había decepcionado en exceso y le había quitado la posibilidad de ascender en la pirámide de poder del Clan.
Por otra parte la elección de Ámbar como una de las Elegidas, la posicionaba de manera especial frente al resto de las familias. Sentimientos encontrados se apoderaban de su espíritu y no le permitían pensar con claridad. Las primeras luces del amanecer se filtraban por las cortinas de su dormitorio y le anunciaban la proximidad del nuevo día.
Enfrentar a Ámbar iba a ser un reto más que dificultoso. La noticia que debía comunicarle iba a condicionar su vida futura y la obligaba a aceptar una responsabilidad para la cual no sabía si iba a estar preparada. Además la rebeldía de la joven y sus intenciones de vivir sin ataduras complicaba mucho la situación. A Ámbar no le interesaba en absoluto el destino del Clan y sin duda sólo bajo presión podía llegar a aceptar la propuesta de Ópalo. No le quedaba otra opción que utilizar los medios más extremos para lograr que su nieta admitiera que no existía otra salida.
Se levantó lentamente. Después de asearse, se vistió con premeditada calma y se dirigió a la cocina con la intención de desayunar. Abrió las persianas y la luz del sol inundó con toda su claridad la cocina de Ópalo. Puso a calentar agua y se dispuso a preparar té. Las tostadas se empezaron a dorar y el aroma a pan tostado comenzó a inundar el lugar.
Topacio había dejado una nota pegada en la puerta de la heladera. Le avisaba que se había levantado más temprano porque debía ir a retirar una mercadería nueva para el local. Sonrió con tranquilidad.
Ópalo estaba sentada saboreando su té cuando Ámbar ingresó a la cocina. Sin mirar a su abuela fue hasta la heladera y se sirvió un vaso de agua. Después de beberlo, dio media vuelta con la firme intención de retirarse. Ópalo no le otorgó la menor oportunidad. La voz gélida de su abuela logró alarmar a la somnolienta muchacha.
-Buenos días, Ámbar. Necesito comentarte algo muy importante.
La chica giró con desgano y con mirada desafiante dijo:
-Te advierto que no pienso recluirme en la casa de las Pietra. No inviertas ni un minuto de tu tiempo en tratar de convencerme.
Ópalo inmutable, le dijo:
-Estás equivocada, Ámbar. No pienso enviarte a Italia con la familia Pietra.
La voz de alarma volvió a sonar en la mente de Ámbar. Algo extraño estaba sucediendo. Todo su cuerpo presentía que Ópalo iba a anunciarle algo que no estaba en sus planes.
-Necesito que te sientes y escuches con cuidado lo que voy a explicarte.
La chica que habitualmente discutía cualquier cuestión, esta vez obedeció sin hacer comentario alguno.
-Las autoridades del Clan han tomado ciertas decisiones que nos involucran personalmente.
La chica preguntó con desdén:
-¿Finalmente lograste lo que tanto deseabas? ¿Ya te eligieron para formar parte de la cúpula del Clan?
Ópalo miró a su nieta con severidad. La chica se había convertido en una joven muy atrevida.
-Te equivocas nuevamente. Te repito. Quiero que permanezcas en silencio y me escuches con suma atención.
Ámbar resopló con fastidio y volvió a quedarse en silencio.
-La situación del Clan es muy frágil en estos momentos. Por ese motivo se ha tomado una determinación extrema. Y has sido elegida para colaborar con la recuperación de la energía perdida.
Ópalo haciendo caso omiso a los gestos primero de sorpresa, luego de furia y por último de temor de su nieta, continuó implacable con el anuncio que debía relatarle.
“Concepción forzada”, “nacimiento de origen primario”, “copulación con un sacerdote de la Guardia Secreta”, fueron términos que se instalaron en la mente de Ámbar y la sumieron en un estado de incredulidad absoluta.
Su voz sonó impersonal:
-Supongo que todo esto es una broma pesada ¿no?
-Me temo que no, Ámbar. Esto es cosa juzgada. Lo único que nos resta es aceptar con orgullo esta decisión y comenzar con los arreglos correspondientes.
De pronto la chica se levantó de la mesa con el rostro descompuesto en una mueca de espanto y repulsión.
-¡No pueden obligarme a nada de eso! ¡Yo no soy una esclava de la Edad Media! Yo…
Ópalo rugió como una verdadera fiera.
-¡No existe otra opción, Ámbar! ¿Acaso pretendes terminar como las dos damas portuguesas?
Ámbar que conocía de sobra la trágica historia de las dos muchachas que habían escapado del clan portugués, sintió que su existencia se derrumbaba por completo.
Por primera vez en su vida no supo ni pudo responder a una pregunta tan sencilla como la que su abuela acababa de formularle minutos atrás…


Rubí estaba sentada en el sillón favorito de Amatista. Eran las primeras horas de la mañana y estaba ansiosa por encontrarse con su madre y con su abuela. Ella y Cid habían hecho un pacto con Ágata y necesitaba resolver la situación de una vez por todas.
Su relación con Cid cada vez era más fantástica. Si bien en un principio estaba temerosa y sorprendida, el tiempo le confirmó que su sentimiento por Cid iba creciendo día tras día. Era un chico estupendo.
Todavía no llegaba a comprender el motivo por el cual Cid no huía de una historia tan compleja como la que cargaba su familia. De hecho ella misma nunca había intentado establecer ninguna relación profunda por temor a tener que revelar su preciado secreto. Apenas habían transcurrido unas semanas de su primer encuentro pero el vínculo que habían logrado establecer se fortalecía y la colmaba de felicidad.
Sus largas piernas colgaban por el costado del sillón con despreocupación. La brisa del amanecer le besaba las mejillas. El aroma al césped regado por el rocío le provocaba un enorme placer. Escuchó ruidos en la cocina. Seguramente su abuela ya estaría preparando el desayuno. La ansiedad volvió a acelerarle los latidos del corazón.
Ágata no tardó en aparecer por la puerta de la cocina que comunicaba con el jardín. Rubí miró a su abuela y le sonrío alegremente. La mujer le devolvió la sonrisa, pero sus ojos no decían lo mismo. Algo en su expresión llamó la atención de la chica. La anciana se acercó lentamente y después de besarla, se sentó a su lado con el seño fruncido.
-¡Te extrañé mucho, abuela! –exclamó Rubí con sinceridad.
-Yo también querida. Tenía muchas ganas de volver a casa.
-¿Y cómo les fue en Valdivia?
Ágata se removió en su asiento y con suavidad le acarició el cabello a Rubí.
-No tan bien como esperaba. –admitió desolada.
Rubí volvió a tener esa sensación de desasosiego que la había afectado momentos atrás.
-¿Puedo saber qué sucedió? –preguntó con prudencia.
Ágata suspiró mortificada.
-Es absolutamente necesario que sepas que cosas sucedieron en la reunión.
-No entiendo.-dijo la chica confundida.
-Tu madre me pidió que me encargara de hablarte sobre este tema. Ella está demasiado agobiada y…
Rubí cada vez comprendía menos lo que su abuela intentaba decirle. Además, ¿su madre estaba agobiada?
-El tema más importante que se discutió en Valdivia fue la situación grave por la que está atravesando el Clan. Los líderes mundiales presionan diariamente a las jefas de cada una de las familias para que intercedan en los conflictos políticos que están azolando a la población mundial. La enorme cantidad de deserciones que desangran al Clan le han quitado poder y la energía que las más ancianas proyectamos no alcanza para nivelar el índice de catástrofes.
Ágata hizo una breve pausa y continuó su relato bajo la atenta mirada de su nieta.
-Zafiro Pedra fue reelegida y como Jefa Suprema tuvo que tomar ciertas decisiones que nos atañen personalmente. Según la doctrina de nuestro Libro Sagrado, la única forma de recuperar la fuerza perdida es siguiendo una antigua práctica que había dejado de utilizarse hace mucho tiempo atrás.
-¿De qué se trata, abuela? –volvió a preguntar Rubí con curiosidad.
-Es un antiguo ritual que los primeros sacerdotes crearon en el comienzo del Nuevo Orden. Era una práctica muy común durante la Edad Media. Es el ritual de la concepción forzada.
Instintivamente Rubí hizo una mueca de disgusto. El término “forzada” le revolvió la sangre. Odiaba todo lo relacionado con  la violencia o el abuso de poder.
-Yo creía que el Clan había logrado evolucionar con el transcurso de los siglos.
-De hecho yo no estoy de acuerdo con esta decisión, pero en este caso mi opinión poco importa.
-¿De qué se trata el ritual?
Ágata sentía que el momento más desdichado se iba acercando.
-La mayoría de las damas después de cumplir la mayoría de edad, tienen la libertad de concebir una nueva vida en el momento que lo consideren apropiado. La única obligación que tienen es no develar el secreto de nuestro Clan a ningún hombre. Por ese motivo deben utilizar la poción de esmeraldas verdes para borrar la memoria del hombre elegido.
Rubí sintió una punzada de dolor en el medio del pecho. Era la primera vez en su vida que pensaba con seriedad en su padre biológico. Ni ella ni sus hermanas eran hijas del mismo hombre. Nunca había hablado con Jade sobre este tema. Se habían criado con la ausencia de una figura paterna y eso nunca había sido un tema relevante en su vida.
La voz de Ágata la devolvió a la realidad.
-Esta vez no hay tiempo para esperar que ciertas damas elijan con libertad el hombre con el cual engendrarán una nueva vida. Además es de suma importancia que estas jóvenes damas tengan un origen puro y primario. Estos casos son muy especiales. No sucede muy a menudo. Estas mujeres deben viajar al Templo de Estocolmo y yacer con un sacerdote elegido por las Guardianas más ancianas…
Rubí no podía creer lo que estaba escuchando. La historia le parecía aberrante.
-Abuela, no puedo aceptar lo que me estás contando. ¿Yacer con un sacerdote?
Ágata no sabia que responder. Sus ojos estaban anegados por las lágrimas y apenas podía mirar la cara de su nieta.
-Estamos atadas a una tradición muy poderosa, Rubí. Desafiar esta decisión provocaría una reacción violenta de parte de la Guardia Secreta.
-Abuela, debemos ayudar a esas mujeres. ¡No podemos permitir que las obliguen a hacer semejante cosa! Hay que avisarles de alguna manera.
-Rubí… -la voz de Ágata finalmente se quebró.
La chica miró a la mujer con desconcierto.
-Una de las elegidas… Yo entregaría mi alma si pudiera pero… Rubí… ¡Cuánto lo siento!
Rubí tardó unos minutos en reaccionar. Al principio no pudo comprender el dolor que agobiaba a su abuela, pero su instinto le indicó que algo estaba muy mal. La fecha de su nacimiento apareció en su mente y la verdad se le reveló con toda crudeza. Ella era de origen puro y primario. Ella poseía todos los dones que tiene un verdadero rubí.
Ella era una de las elegidas…


N de la A:
El origen puro de una dama está relacionado con la fecha de su nacimiento. A cada período de un signo astrológico le corresponden los dones de una determinada piedra. Las damas nacidas el primer día del comienzo de dicho período cuentan con un poder superior al de las damas que nacen en los días subsiguientes.



El Ritual
















6 comentarios:

la MaLquEridA dijo...

¡Chispas ora si ya me atrasé mucho!

Te leo el sábado Bee querida, todos los que me faltan, lo juro.


Besos.

Bee Borjas dijo...

Hola mi linda Flor!!!
No te preocupes, mujer. Lee cuando puedas. A mí me pasa lo mismo, quiero leer y me falta tiempo!
Gracias x estar siempre a mi lado!
Besos miles!

la MaLquEridA dijo...

¿Y quienes son los sacerdotes, de dónde los sacan las Guardianas?



Besos

MIMOSA dijo...

¿Sacerdotes? ¿En masculino? ¿Hombres?
¿Por qué? ¿Acaso uno de ellos será el encargado de.....? ¿No puede ser un tipo normal???
Me quedo a medias con este capítulo, tengo que salir, espero poder terminarlo esta noche, me quedo con la miel en los labios.
Besitos mi niña!!!

Bee Borjas dijo...

LA MALQUERIDA:
Los sacerdotes son descendientes de familias nobles y muy antiguas. Esas familias fueron elegidas por los primeros Sacerdotes que conducían el Clan.
Besos, linda Flor!
MIMOSA:
Cómo va Mimicha!!! Las sacerdotisas van a ser las futuras guardianas. El tema es que aún no están prepraradas para conducir la Guardia.
Y con respecto a los sacerdotes, elegin a estos hombres porque el ritual de la concepción forzada exige que la pareja debe ser de origen puro y los sacerdotes no son hombres comunes, pertenecen a familias muy antiguas que están al servicio del Clan.
Te dejo un abrazo enorme, amiga!

MIMOSA dijo...

La verdad es que debe ser muy crudo enfrentarse a esa realidad, someterse a unas inclementes reglas y sentirse un mero objeto en todo ese juego.
Parece que esa ley o ritual de la concepción forzada fue instaurada por los sacerdotes(hombres).....¿Crees que las mujeres hubieran instaurado ese ritual? Definitivamente no.
Sin embargo, el tema de concebir con alguien por ellas elegido, es algo más lógico.
¿No tendrás un poco de poción de esmeraldas verdes para borrar la memoria del mío?
Según el horóscopo chino, hay un día al año, que si naces en él, todo te será propicio, sin embargo, como siempre existe un ying-yang, también hay un día al año, en que si naces en él, todo te será nefasto. Yo averigüe los de mi año de nacimiento y.................nací en el nefasto ¡Toma ya!!!!

Este capítulo he tenido que ir desgranándolo concienzudamente, pues encierra mucha información interesante.

Besos de todos los colores!!!