27 agosto, 2011

Capítulo 32 "El misterio del collar"

Era la hora del mediodía y Esmeralda acababa de llegar de la escuela. Después de despedirse de sus amigas caminó por el sendero que la llevaba a su casa. Ágata hacía poco más de una hora que había finalizado su meditación y la estaba esperando en la puerta principal.
Los últimos días la niña había notado una extraña tensión en su hogar. Sus hermanas mayores casi no hablaban con ella y advertía mucha preocupación en el rostro de su madre y de su tía. Era la oportunidad perfecta para hablar con la abuela. Seguramente ella le confiaría la verdad. Se acercó a la anciana y colgándose de su cuello le propinó un sonoro beso.
Ágata no pudo reprimir una enorme sonrisa de satisfacción. Adoraba a es nena. Era el sol de su vida.
-¿Qué tal el día en la escuela?
- Normal, abuela. Hoy tuvimos prueba de matemática pero fue muy fácil.
- ¡Muy bien! Entonces vamos a cambiarte de ropa y a comer unas ricas milanesas.
Los ojos de Esmeralda se iluminaron. Su abuela le había preparado una de sus comidas favoritas. Mientras ingresaban a la casa casi se tropiezan con Jade que bajaba las escaleras.
-¡Perdón! –se disculpó la chica y desapareció como un rayo.
Esmeralda miró sorprendida a su abuela y dijo:
-En esta casa está pasando algo raro…
La mujer continuó caminando e intentó evadir la mirada interrogadora de su nieta.
-Abuela ¿qué está pasando? –insistió la niña.
-Nada importante Esmeralda. Cosas de gente grande. –respondió la mujer con una sonrisa forzada.
-Pero las chicas hace muchos días que no me hablan y…
-Quedate tranquila. Tus hermanas ya están grandes y a veces se distraen con otras cosas.
Marina que había presenciando la escena sintió una punzada de culpabilidad. Debido a la preocupación que le provocaba la situación de Rubí le había estado dedicando poca atención a su hija menor. Se acercó a la nena y la besó con ternura.
-¡Llegó al reina de la casa!
Esmeralda revoleó los ojos con sorna. Su madre solía decir esas cosas cuando se sentía en falta.
-Ay mamá… -gimió con desdén para luego desaparecer por las escaleras.
Ágata se quedó anonadada. Esa niña era más inteligente de lo que todas imaginaban.
-Tus hijas no dejan de sorprenderme.
- A mí tampoco mamá. A mí tampoco. –repitió con genuina sorpresa.



Las mujeres del clan Pietra tenían una rutina rígida y muy bien organizada. Desde hacía muchos siglos se aferraban a las antiguas costumbres y nunca osaron modificar ninguno de aquellos hábitos. Eran las damas más ortodoxas de todos los clanes y toleraban con impuesta resignación las modificaciones que el tiempo le iba dictando a su honorable linaje.
Sin embargo las visiones que estaba teniendo una de las hijas de Rosa Pietra ponía la nota de alarma en el seno de la familia.
Rosa era una mujer muy recta y poco afecta a la modernidad y los presagios que visualizaba su hija la ponían en guardia. Estaba muy molesta con la actitud de Zafiro Pedra. Ella había intentado advertirle lo que sucedía y la dama portuguesa se había negado a escucharla. Últimamente las actitudes de Zafiro provocaban enorme escozor en los clanes de Europa.
La situación mundial se tornaba alarmante y no era un buen momento para flexibilizar las normas que la tradición les indicaba. Sin duda la próxima reunión iba a ser decisiva en muchas cosas. No sólo se iba a tratar de solucionar el conflicto generacional si no que ella misma iba a poner en tela de juicio el desempeño de Zafiro en la jefatura del Clan.
Ya era hora de pegar un golpe de timón y volver a las viejas fuentes. Faltaba poco tiempo para el encuentro de modo que no debía perder más tiempo. Las alianzas debían comenzar a tejerse sin mayor dilación. Era cuestión de conversar con las damas apropiadas y establecer un frente común que las ayudara a lograr el objetivo.
Una de las muchachas de la casa le informó que tenía una llamada desde América. Rosa Pietra sonrió con una mueca de sorpresa cuando escuchó la voz que la saludaba desde el otro lado de la línea.
-¡Buenas tardes estimada amiga!
-Buenas tardes mi querida Ópalo.
-Espero no molestarte.
-Para nada. ¿En qué puedo ayudarte?
Ópalo Pierre permaneció en silencio. Sus palabras debían ser las correctas, de otro modo su plan quedaría en evidencia.
-Rosa, tengo un problema muy grave y necesito de tu ayuda para intentar solucionarlo.
La dama italiana se puso en guardia y esperó sin decir palabra alguna.
-Mi nieta Ámbar me está causando mucho pesar. Su rebeldía me está trayendo muchos problemas y temo que si no
tomo pronto una decisión las cosas pasen a mayores.
-Continua por favor.
Ópalo supo que esa era su oportunidad y no pensaba desaprovecharla.
-Recurro a tu persona porque aunque me duela admitirlo, Zafiro Pedra se negó a ayudarme con este tema.
El comentario pegó directamente en el blanco. La respiración agitada de Rosa podía escucharse con absoluta claridad.
Ópalo sonrió astutamente.
-Creo que mi nieta necesita de la disciplina y del ejemplo de las damas italianas, que honran con su rigor las costumbres de nuestras honorables hermanas.
Rosa Pietra tenía las mejillas en llamas. El corazón le galopaba y el orgullo le henchía el pecho.
-Me halagas con tus palabras querida Ópalo.
-Es la verdad Rosa. Hace mucho tiempo que creo que las cosas no están saliendo bien. Es una realidad la enorme cantidad de deserciones que estuvo padeciendo el Clan. Y no es un asunto menor las repercusiones nefastas que estas actitudes le causaron al Universo. La política de Zafiro Pedra deja mucho que desear y no creo que su afán por la conciliación de las
ideas nos hayan traído beneficio alguno.
Rosa no daba crédito a lo que estaba escuchando. La inesperada llamada de Ópalo era como una respuesta celestial a las
cuestiones que ella se había estado preguntando apenas unos minutos atrás.
-Nuestros pensamientos son muy parecidos Ópalo. Creo que nuestro próximo encuentro va a ser muy interesante.
Con respecto a tu nieta, mi casa está abierta para cuando lo consideres oportuno. Sólo necesito que me informes la fecha aproximada de su arribo.
-Te lo agradezco de todo corazón Rosa. Sabía que podía contar con tu ayuda.
-Ni una palabra más entonces. Espero tu llamada.
Ópalo Pierre no podía creer lo estupendo que había resultado su plan. Había logrado matar dos pájaros de un tiro.



Claus había compartido un ligero almuerzo junto con sus hijos y un súbito pensamiento se había instalado en su mente y a pesar de su esfuerzo no había logrado apartarlo de allí. Por ese motivo, decidió pasar por su escritorio antes de retirarse a dormir la siesta. Cerró la puerta con llave y con pretendida serenidad abrió la pequeña caja fuerte que tenía empotrada frente a su escritorio. Había guardado el viejo cofre de Karl en aquel lugar. No quería admitirlo pero ese tema lo inquietaba y no le permitía estar en paz.
El dibujo de la mujer, las notas ininteligibles y aquella pulsera de plata con el cierre roto…
Tomó la joya y comenzó a observarla con detenimiento. De pronto sus ojos quedaron fijos en un detalle que había escapado a su atención. Entre los eslabones desgastados por el tiempo una pequeña piedra colgaba solitaria. Parecía una pequeña lágrima que brillaba con intensidad a pesar del polvo que la cubría. Su mirada incrédula se desvió hacia el viejo dibujo y su sorpresa fue mayúscula. Estaba consternado.
Del cuello de la joven mujer colgaba una réplica perfecta de la piedra que él sostenía entre sus temblorosas manos.




El Dije








3 comentarios:

MORGANA dijo...

Cada día me atrapas más Bee....interesantísima.
Besos.
Pd:si la vas a publicar esperaré ,me gustaría tenerla.
Más besos.

Bee Borjas dijo...

PODEROSA MORGANA:
Qué alegría enorme que te guste la historia!
Ojalá tenga la oportunidad de publicarla!
Sin duda, tú serás la que recibas un ejemplar! Te lo obsequiaré con todo mi cariño.
Sabes, amiga? No tiene precio, el apoyo de todos ustedes. Son tan generosos! Y me estimulan para seguir escribiendo.
Mi eterno agradecimiento!
Se te quiere con el alma, Mor!
Besos sanadores!

MIMOSA dijo...

Ópalo es una mujer sabia y astuta, lo que no se yo si podrá dar una fecha exacta de cuando mandará para allá a la Ámbar, aunque se le olvidó pedir, que la encerraran y tiraran la llave, je,je,je.
La piedra de su amada, un amor imposible de una de las grandes damas del Clan, pero.............¿quién será?
Besos!