11 agosto, 2011

Capítulo 17

Jade daba vueltas por la casa y trataba de mantener la calma, pero los nervios le estaban jugando una mala pasada. Su abuela, su madre y su tía estaban durmiendo la siesta y Esmeralda pintaba unas acuarelas en el jardín.
Por el momento todo estaba bajo control, pero si su hermana no cumplía con la promesa de regresar para la hora de la merienda, las cosas se iban a complicar.
Sabía que la aventura de Rubí era muy peligrosa pero no podía dejar de apoyarla. Pocas veces había visto a su hermana tan subyugada. Ella ya había pasado por ese estado y conocía de sobra el final de la historia. Pronto Rubí olvidaría a ese muchacho y todo volvería ala normalidad. Recién tenía 17 años y le sobraba tiempo para conocer a otras personas.
La vida en la costa era bastante monótona y si a ello le sumaba la especial situación en la que ellas se encontraban, cualquier novedad las conmovía más de lo normal.
Intentando despejarse puso música en su Mp3 y se acomodó en uno de los sillones del living. Desde allí podía ver a su hermana menor que seguía pintando con sumo entusiasmo. Estaba tan ensimismada que no advirtió la presencia de su tía que la miraba con atención.
-Creía que estabas durmiendo la siesta-dijo la chica desconectando el Mp3.
-Intenté hacerlo pero no pude. Me dio sed y bajé por un poco de agua.
Jade observó a su tía y notó que algo no andaba bien. Estaba muy pálida y ojerosa.
-¿Estás bien tía?
Amatista respiró hondo y se sentó junto a su sobrina.
-Pensaba juntarlas a las tres y contarles lo que está pasando, pero veo que va a ser mejor empezar de una buena vez.
Volvió a suspirar y dijo:
-Jade, estoy embarazada.
La chica sorprendida abrió la boca pero finalmente no dijo nada. Sabía que su tía había tenido relaciones efímeras pero esta noticia la tomó absolutamente desprevenida. ¿Quién sería el padre de su bebé? ¿Acaso ellas lo conocerían?
-Quedate tranquila, todo está bien. Tengo un poco de náuseas eso es todo.
Jade la miró con enorme ternura y le dijo casi susurrando:
-No pensé que ibas a aceptar las reglas del Clan…
Amatista suspirando profundamente dijo con melancolía:
-Yo tampoco.



Callan había llegado desde el centro de Apóstoles y se encontró con Benjamín en la entrada de la finca. Su hermano la saludó con la mano en alto y ella corrió a su encuentro mientras arrastraba un par de bolsas que había bajado de la camioneta.
-¿De compras otra vez? –se burló el muchacho- Tu tarjeta de crédito debe arder.
-De hecho, la pobre está en llamas.
Ben se acercó a su hermana y la ayudó a acarrear los bultos.
-Hace mucho calor. ¿Papá está durmiendo la siesta?
El joven suspiró y dudó un breve instante antes de responder. Callan lo notó y agregó:
-¿Pasa algo?
-Todo está en orden hermanita. Pero no creo que Claus se encuentre durmiendo la siesta. Hoy encontré algo que lo tiene muy ocupado.
La chica lo interrogó con la mirada.
-¿Puedo saber de qué se trata?
-Claro. En uno de los viejos galpones apareció escondida una vieja caja del abuelo Karl.
- Ah ¿Y eso que tiene de interesante?
- Esa caja tiene grabadas unas iniciales que por un lado coinciden con el nombre del abuelo, pero el otro tiene un par de iniciales que no concuerdan con el nombre de la abuela Ursula.
-Uyyyyy-gritó Callan emocionada- ¿Acaso el abuelito ocultaba a una señora misteriosa en su intachable vida?
Los hermanos Finke intercambiaron una mirada suspicaz y sin perder más tiempo se encaminaron hacia la casa.
Quizás Claus ya había descubierto el secreto de su padre y ellos estaban ansiosos por conocerlo…



Ya habían pasado más de dos horas desde el encuentro en el bosque y Cid continuaba sentado junto a Rubí en el parador de la playa de Cariló. Estaban tan entusiasmados con la charla, que eran incapaces de notar el paso del tiempo.
Hacía un rato largo que habían cambiado las escaleras del parador por un par de sillas que quedaban del verano pasado.
-Tengo la boca seca de tanto hablar-dijo Cid sonriendo.
-Yo también, pero hasta las cinco de la tarde no abre ningún negocio. Eso es lo malo de este lugar.
-No te preocupes en mi pueblo ocurre lo mismo.
-A menos que vaya hasta mi casa y traiga algo de bebida y…-él no le dejó acabar la sugerencia.
-De ninguna manera. Cuando abran los negocios me gustaría invitarte a tomar algo.
Ella sintió que se le detenía el corazón. Se moría por aceptar la invitación pero sabía que debía volver a su casa a la hora prometida. De lo contrario las cosas se iban a complicar demasiado.
Con resignación lo miró fijamente y le dijo:
-Me encantaría pero debo volver a mi casa a la hora de la merienda.
Cid experimentó una tristeza infinita. No quería que ella se fuera a ningún sitio. Definitivamente esa chica era especial.
Para su sorpresa ella apoyó la mano sobre su brazo y le dijo sonriendo:
-Si te parece bien mañana podríamos volver a encontrarnos. Me gustaría llevarte a recorrer un lugar muy especial para mí.
Cid se acercó lentamente y le acomodó un bucle que le caía sobre la frente. El roce de sus dedos le provocó una oleada de calor que le produjo una intensa turbación.
-Acepto tu invitación prinzessin.
Ella lo miró sin comprender. Cid sonrió aún más y le dijo:
-El nombre de mi madre era Amira-se levantó la manga de la camisa y volvió a mostrarle el pequeño tatuaje- En árabe significa “princesa”. Como mi padre es descendiente de alemanes siempre la llamó “prinzessin”. Espero que no te moleste que te haya llamado así.
Rubí conmovida, solamente atinó a bajar la mirada.
Ninguno de los dos podía imaginar que a partir de ese momento sus vidas iban a cambiar para siempre.



Parador de Rubí y Cid en Cariló


4 comentarios:

Miss Bittersweet dijo...

Cariló parece un paraíso... digno de una historia como esta. Cada vez me enganchas màs y más, Bee! Si publicases esta novela en papel, estoy segura de que podría llegar a ser un best-seller. Plantéatelo, en serio! Un besito.

Bee Borjas dijo...

Oh mi querida amiga! Tus palabras siempre son un soplo de esperanza y alegría. Ojalá pudiese publicar algún día!
Y cuando quieras estás invitada a conocer Cariló! Te vienes para Argentina y te llevamos para las playas! Vale?
Muchos cariños para tí!

la MaLquEridA dijo...

Ya va tomando forma el romance de Rubi y Cid, esto se pone emocionante.


Besos.

MIMOSA dijo...

No conozco esa parte de Argentina, la verdad es que Argentina es muy pero que muy grande, necesitaría mucho tiempo para recorrerla, pero pinta linda, muy chill out! Me gusta!!!
También he decir (perdón por mi atrevimiento), que Cid a perdido 2 puntos por lo de Prinzessin, ja,ja,ja, demasiado lanzadito el muchacho!!
Un besazo Bee, me gusta, me gusta mucho como has seguido dando forma a esta historia.