08 agosto, 2011

Capítulo 15

Hacía mucho calor en Apóstoles y las aves se refugiaban de la intensidad del sol bajo las copas de los árboles. Los peones trabajaban desde hacía más de 4 horas y pronto iban a disfrutar de la media hora de descanso.
Claus Finke iba vestido de paisano. Llevaba una camiseta liviana color blanca de mangas cortas y unos pantalones gris oscuro. Ya había recorrido buena parte de las hectáreas del sur y ahora se encaminaba hacia la casa principal.
En el porche, la señora Frida lo estaba esperando con una jarra de té helado. Mientras degustaba la bebida, vió la camioneta de su hijo Benjamín que se acercaba por el camino del monte.
-Hola papá-saludó el muchacho.
Claus le sonrió y pensó en lo orgullosa que estaría Amira si pudiese ver los buenos hijos que habían concebido.
Ben se acercó a su padre cargando una pequeña caja de madera. Parecía muy antigua y tenía la traba de seguridad bastante oxidada. El muchacho se sentó junto a su padre y le entregó la caja. Claus lo interrogó con los ojos entrecerrados.
-Acabo de encontrarla en el galpón que está junto al secadero. Don Zacarías buscaba unas herramientas y yo me ofrecí a ayudarlo. Mientras daba vueltas al galpón encontré unas tablas del piso medio flojas y empecé a levantarlas. En un pequeño pozo encontré esta caja. Cuando vi las letras que tiene talladas en la tapa decidí traerla y mostrártela.
En ese momento Claus observó con detenimiento el grabado y con la palma de la mano trató de quitarle el espeso polvo que ensuciaba la filigrana.
Ahora si podía distinguir con claridad las cuatro letras que se entrelazaban con amorosa precisión. “K” y “F” y el segundo par “A” y “R”. Sin duda las primeras iniciales correspondían al nombre de su padre “Karl Finke”.
El enigma lo representaban las dos restantes. Su madre se llamaba Ursula Mayer.
Entonces ¿A quién pertenecían las otras dos?
-¿Vamos a abrirla Claus?-preguntó Benjamín ansioso como un niño explorador.
El hombre miró fijamente a su hijo y con voz grave dijo.
-No estoy seguro de querer hacerlo.
En ese preciso momento Claus cayó en la cuenta de que había muchas cosas que desconocía de su padre.



Ya se había definido el lugar donde se llevaría a cabo la reunión del Clan. Zafiro Pedra estaba muy satisfecha con los resultados. El sitio del evento fue escogido con minuciosidad y mucha cautela. Se habían barajado varias opciones pero este lugar le pareció adecuado desde el principio. Se hallaba a una distancia prudente del resto de las familias y les otorgaba la tranquilidad y la discreción necesarias.
Valdivia era una localidad de 155.000 habitantes que se encuentra a 840 Km. de Santiago, la capital de Chile. La ciudad recibió varias inmigraciones. Desde el año 1640, colonos alemanes, suizos, austriacos y holandeses se instalaron allí con el fin de comenzar una nueva vida.
Desde toda la ciudad se pueden ver los verdes cerros y goza de unas magníficas playas que están bañadas por el mar y el río Calle-Calle que cruza toda la urbe. Los edificaciones coloniales y paisajes naturales le confieren al lugar un aura propicia para el encuentro.
La asistente de Zafiro se había encargado de rentar una finca que estaba a pocos kilómetros de la entrada de Valdivia.
Era una casa de principios del 1700 que poseía las comodidades necesarias para recibir a todas las honorables damas.
El timbre del teléfono la sobresaltó. Últimamente los nervios la estaban alterando demasiado. Ella siempre se jactaba de gozar de un equilibrio mental envidiable pero la responsabilidad de su cargo estaba conspirando con su armonía interior.
-Hola.
La voz con fuerte acento alemán sonó estridente al otro lado de la línea.
-Buenos días Zafiro. Soy Turmalina Gestein.
-¡Dios te bendiga Alina! Estaba pensando en llamarte.
La risotada hosca de la mujer la hizo tentar a ella también. Alina Gestein era una de las personas más amables que Zafiro Pedra había conocido a lo largo de su vida. Era una mujer apasionada, tierna y gentil. En su presencia las personas experimentaban una vibración muy especial.
-Zafiro te llamo porque tengo buenas noticias para darte. Una de ellas es que la familia Pietra está dispuesta a participar de la reunión. ¿No es una maravillosa sorpresa?
La dama portuguesa pestañeó varias veces antes de responder. Esa noticia, si se podía considerar un verdadero milagro.



Ámbar estaba muy molesta. La conversación con su abuela la sacó de quicio y ahora sentía una furia ciega y oscura que le carcomía el alma.
Además nunca imaginó que Ópalo tuviese pretensiones tan sólidas con respecto al liderazgo del Clan. Esta noticia la había tomado desprevenida y ahora ya era demasiado tarde para organizar un plan y tratar de disuadir a su abuela de tan tentadora aspiración. Si Ópalo llegaba a concretar sus anhelados deseos las responsabilidades sobre ella y sobre Topacio se iban a multiplicar de manera radical.
No le interesaban en absoluto los planes que tuviese su hermana mayor, pero ella tenía bien en claro que pensaba disfrutar de su vida unos cuantos años más y que si podía postergar el mayor tiempo posible la responsabilidad con respecto al Clan no iba a dudar un segundo en hacerlo.
Ella era una mujer joven con ganas de divertirse. Ahí tenía el ejemplo de su madre, que con su afán por obedecer a la familia había concebido a sus dos hijas con rapidez y sin embargo un estúpido accidente de tránsito le arrebató la vida en plena juventud.
Definitivamente a ella no iba a sucederle lo mismo.
Faltaban apenas dos semanas para la reunión y en secreto había estado pensando el lugar al que viajaría durante la ausencia de su abuela. Tenía en mente varias opciones pero una la seducía de manera especial. Hacía tanto tiempo que no visitaba la costa. El mar y la playa serían un lugar excelente para relajarse.
Pensó en Rubí Roccia y una sonrisa maliciosa se dibujó en sus finos labios.

5 comentarios:

Miss Bittersweet dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Miss Bittersweet dijo...

Esta Ámbar no me gusta ni un pelo! A ver qué piensa hacerle a mi Rubí, que ya le he cogido mucho cariño a esta chica... Por cierto, no te lo dije, pero Amira es uno de mis nombres favoritos :)
P.D: leerte cada día es como ver una serie de TV. Me encanta :)

Bee Borjas dijo...

Sos una diosa, Miss!!!
Gracias por seguir al Clan! Sabés? Esa era la idea. Tratar de que sea una experiencia cotidiana, tanto para ustedes que leen como para mí, que intento escribir una historia interesante. Veo que las ganas valen la pena!
Me gussta como te identificas con los personajes. Escarcha, me ha dicho que ya empiezan a tener una entidad marcada y eso es estupendo.
Besos miles, amiga!

la MaLquEridA dijo...

El problema conmigo es que teniendo mente volátil, se me olvidan quien es quien y debo releer jeje pero la entiendo mejor.


Besos.

MIMOSA dijo...

Bueno, ya di con el hilo, veamos....37- 14 (ya leídos)= hacen un total de....... uffff
Que noooooooooo, que me encanta estar de vuelta!!!!!
Espero acordarme de todos los personajes, por lo pronto vamos bien,me intriga soberanamente esa A y esa R.......
También tengo muy claro a donde mandaría yo de viaje a la Ambar esta, no lo digo, tranqui, me lo callo, pero es que me da un no se qué este tipo de arpías redomadas (sorry, igual me equivoco, pero ya la tengo catalogada) ummmmm.
Besos princesa, voy un poco por aquí, un poco por allá, pero voy!