05 agosto, 2011

Capítulo 12

Callan Finke era una chica muy especial. Poseía la extraña habilidad de conseguir todo lo que deseaba. El único que tenía bien en claro su proceder era su hermano Cid. Ni su padre ni su hermano mayor podían resistirse a los caprichos de la muchacha.
Era la consentida de la familia y todo había empeorado desde la muerte de su madre. Ella seguramente no habría permitido que no hiciera nada productivo con su vida. No trabajaba ni estudiaba. El ocio era su actividad más recurrente y poco le importaban los comentarios irónicos de Cid. Sabía muy bien que su hermano la quería pero no compartían absolutamente nada.
“Es asquerosamente responsable”-murmuró entre dientes mientras aceleraba el motor del auto.
El viaje a Posadas se estaba haciendo aburrido. Ninguna de sus amigas la había podido acompañar. Una porque estaba preparando un examen para la facultad y la otra estaba organizando la última etapa de un viaje a Canadá.
Callan empezó a repasar mentalmente las cosas que debía comprar en la capital y se regocijó imaginando la ropa que iba a elegir en sus tiendas preferidas.
Sin embargo una sensación extraña la estaba perturbando. La euforia que siempre la embargaba no la estaba acompañando en este viaje. Encendió un cigarrillo y trató de evitar seguir pensando.
En el fondo, ella sabía muy bien que su vida era una secuencia interminable de fiestas y amistades ligeras. En realidad ya no había nada que la divirtiera y eso la estaba preocupando.
Dejó que el celular sonara varias veces. Accionó las balizas y se detuvo al costado del camino.
-Hola papá.
La voz de Claus sonaba fuerte y estridente aún a la distancia.
-¿Todo bien Callan?
-Claro, pa. Velocidad permitida y hablando al costado de la ruta con las balizas encendidas.
-¡Esa es mi chica!-el hombre lanzó una sonora carcajada y agregó- Quiero que vuelvas de día. ¿Entendido?
-Copiado padre. Te veo en casa.
Callan finalizó la llamada y se quedó pensando en todo lo que quería a su padre. No sabría que hacer si él no estuviera en su vida. Sabía muy bien que algo debía cambiar y compensar tanto amor incondicional.
Entonces decidió que ya era hora de hacer algo drástico al respecto.



La llovizna se había tornado más intensa y le había empapado el vestido. Los latidos del corazón le golpeaban el pecho con violencia. Estaba agitada y nerviosa. Y lo más difícil era disimular la excitación delante de su familia.
Jade la estaba esperando con la puerta abierta. La miró a los ojos y con ironía le dijo:
-Lindo día para usar ese vestido… ¿Otra vez te olvidaste de llevar la campera?
Rubí sintió que un sudor frío le recorría la espalda. “La campera”, pensó.
Jade la seguía mirando con curiosidad. Como su hermana no le respondía la volvió a interrogar.
-Rubí ¿estás bien? ¿Pasa algo?
La chica con su habitual energía agarró a su hermana de un brazo y la arrastró hasta la parte trasera de la casa. Refugiadas bajo el techo de tejas, Rubí habló por primera vez de él.
-Escuchame bien y no me interrumpas.-dijo con voz temblorosa.
-Pero…
-Shhhhhh. Es importante que me escuches. Estoy un poco asustada.
Jade sintió verdadero temor. Su hermana no solía temerle a nada. Rubí enfrentaba las situaciones con determinación y no se amilanaba fácilmente.
-Conocí a alguien en la playa -la voz le continuaba temblando- Jade, siento que un rayo me partió por la mitad.
La muchacha no daba crédito de lo que estaba escuchando. Esto sí que no lo esperaba.
-Sólo sé su nombre y que no es de acá. ¡Dios! No puedo dejar de pensar en él.
-Rubí quedate tranquila. No es nada importante… -atinó a balbucear Jade
Dos intensas llamaradas refulgieron en sus ojos. Sonrió de manera feroz y volvió a hablar.
-No entendiste bien. Creo que si me pidiera que me suba a un edificio y me tire de cabeza, yo lo haría sin dudar.
-Rubí estás loca. No sabes quien es. Además el Clan…
La interrumpió antes de que finalizara el comentario. Estaba muy seria y eso asustó aún más a su hermana.
-Justamente eso es lo que me desespera.
-Esto es muy extraño Rubí. ¿Ese chico siente lo mismo por vos?
La pregunta la paralizó. Estaba tan frenética que en ningún momento se había detenido a pensar en ello.
-Soy una idiota.
Se golpeó la cabeza con el puño cerrado y se abrazó a su hermana con desesperación.
-¡No tengo idea Jade! Lo único que sé es que mañana voy a verlo otra vez. Nos vamos a encontrar para pasear por el pueblo. Y te juro por mi vida que voy a estar allí esperándolo.

5 comentarios:

MORGANA dijo...

BEE,te leeré sin comentar.He de ausentarme aunque tu novela me tiene enganchada.
Gracias por todo.

Bee Borjas dijo...

PODEROSA MORGANA:
No te preocupes Mor! Yo sé que estás allí. La idea es publicar y que lo utilices para distraerte, mujer! Si logro hacerte pasar un buen rato, es más que gratificante para mí. Cuidate!
Se te quiere muchísimo!
Besos sanadores!

MIMOSA dijo...

Esta Callan me suena a intrusa, ¿por qué? No se, no se, me parece una gigi de vida alegre!!!!
Creo que por algún motivo la entremezclas en la historia, pero claro, me callo ya porque puedo influir potencialmente, je,je,je.
¡Qué no! ¡Qué está todo pensado!
Pero es que cuando me leo un libro que me gusta, me asaltan ciertas preguntas y ahora, como el libro es en lectura colectiva he de dejar hablar a mi pensamiento tal cual, pero si quieres me callo, enmudezco para all time!
Beso y buen finde!!

Bee Borjas dijo...

Jajaja!!! Ayyy Mimi!
Tienes toda la libertad de imaginar y de volcar todas tus opiniones! De eso se trata esta experiencia! Cuántas veces tenemos la posibilidad de comentar algo que leemos mientras se está escribiendo?
Por favor, no enmudezcas!
Buen finde, princesa Mimosa!
P/D: El Clan no descansa...
Se sigue actualizando día a día!

la MaLquEridA dijo...

¿Callan es la tercera en discordia en el amor de Rubí?