27 septiembre, 2011

Capítulo 54 "Discursos enfrentados"

En la casa Roccia los ánimos estaban decididamente alterados. Debido a la indisposición de Amatista, Jade fue la encargada de llevar a Esmeralda a la escuela. La noche anterior Rubí había llegado de muy mal humor y recién había conseguido quedarse dormida alrededor de las 5 de la mañana.
Jade regresó al chalet decidida a hablar con su hermana y con su tía. Estaba cansada de hacerse cargo de las desventuras que le sucedían al resto de las integrantes de la familia. Antes de viajar a Valdivia, Ágata y Marina habían dejado muy en claro que todas debían asumir la responsabilidad de mantener el orden en la casa. La única que estaba eximida de aquella regla era Esmeralda.
Corrió por el sendero de lajas y abrió la puerta con energía. La escena que presenció le evaporó la cólera en cuestión de segundos. Amatista estaba recostada en uno de los sillones llorando como una niña, mientras Rubí sentada a su lado la arropaba con un gesto de verdadera confusión en el rostro.
Desconcertada, miró a su hermana y dijo:
-¿Qué está pasando?
Rubí sin dejar de acariciar el cabello de Amatista, dijo con suavidad:
-La tía está… está…
Jade no alcanzaba a comprender el motivo por el cual su hermana titubeaba tanto.
-¡Rubí! ¡Por Dios! ¿Qué está pasando?
La chica continuaba con una expresión de asombro en la cara.
-Amatista se sigue sintiendo mal, pero no es por el embarazo. Anoche tuvo una especie de revelación…
-¿Una revelación?
Amatista que hasta ese momento no había pronunciado palabra alguna, se enjugó las lágrimas y dijo con voz entrecortada:
-Estoy muy avergonzada… Se supone que yo debería estar cuidándolas… Sin embargo me estoy comportando como una tonta…
-¡No digas eso tía! –la reprendió Rubí.
Jade que a esta altura de las circunstancias estaba más confundida que al principio, se acercó a las dos mujeres y se sentó junto a ellas.
-Tía, ¿podrías contarme de qué se trata todo esto?
Amatista se incorporó en el sillón y ocultó su rostro con las manos. Estaba angustiada y no sabía como reaccionar.
Finalmente decidió que era hora de aclarar lo que le estaba sucediendo.
-Anoche cuando Cid vino a casa, yo no sabía que iba a venir acompañado. Cuando salí de la cocina y miré a el hombre que estaba con él, sentí algo muy especial en la boca del estómago. Fue como si alguien me hubiese golpeado y partido el cuerpo en dos pedazos… Casi no tuve tiempo de reaccionar. Ben se acercó y me dio la mano. A partir de ese momento la sensación de vértigo fue irreversible. No podía volver a mirarlo, tenía pánico de que pudiera notar los nervios que su presencia me provocaban. –hizo una pausa significativa y agregó- Fue en ese momento que decidí volver a la cocina y no me permití regresar…
Jade miró a Rubí sin hacer ningún comentario. Las mujeres de la familia estaban enloqueciendo y a ella ya no se le ocurría ninguna idea eficaz para detener la catástrofe que se estaba avecinando.



El salón principal de Valdivia ya estaba ocupado por el 80% de las damas concurrentes. La sesión estaba por comenzar en cualquier momento, sólo faltaba la presencia de Zafiro Pedra que estaba demorada atendiendo un llamado telefónico.
Ágata y Alina estaban sentadas a la derecha del sillón principal. Ninguna de las dos había intercambiado ni siquiera un breve comentario. Sus rostros estaban inmutables y apenas levantaban la vista de los papeles que tenían sobre la mesa. Marina Roccia que estaba sentada a una cierta distancia de su madre, apenas podía contener la angustia que la embargaba.
La puerta se abrió de par en par y Zafiro ingresó acompañada por sus dos asistentes. Coral y Jaspe caminaban detrás de la jefa del Clan cargando una serie de documentos, mientras Zafiro en persona –y para sorpresa de todas- llevaba entre las manos uno de los tesoros más importantes para aquellas mujeres: El Libro Sagrado.
Se ubicó lentamente en la cabecera de la mesa y esperó a que sus asistentes se retiraran.
“Oh Sagrada Piedra, ayúdanos a encontrar el Conocimiento Superior” –dijo la mujer con voz potente y pausada.
“Así sea” –exclamaron las damas al unísono.
Zafiro inspiró con energía y dio por comenzada la sesión.
-Les recuerdo que tienen absolutamente prohibido utilizar cualquiera de sus dones, no sólo dentro de este recinto ni en cualquier parte de la finca mientras dure nuestra sagrada reunión. No toleraré ninguna clase de excesos y las conmino a que ante cualquier posible conflicto recurran a toda la sabiduría que poseen con el único fin de encontrar las mejores soluciones para el bien común.
El silencio fue abrumador. Había muchas cosas en juego y el tiempo se estaba agotando. Tal como había resultado en la última selección Celestina Rocher, jefa del Clan belga tenía la palabra.
-Es un honor para mí representar una vez más el pensamiento de toda mi familia. Coincido con muchas de las observaciones que se han estado mencionando en las anteriores exposiciones. Sin embargo estoy convencida que el Clan ha hecho frente de la mejor manera posible los avatares propios de los tiempos que corren. El gobierno de mi país también ha tenido dificultades importantes este año, pero por mi parte no voy a aceptar ninguna clase de presión sobre nuestra familia. Creo con fervor que nuestras jóvenes damas están tratando de cumplir con responsabilidad los deberes que poseen y que aspiran con fervor a aceptar lo que el destino les tiene preparado.
La palabra cruda de Rosa Pietra no se hizo esperar.
-Espero que sepas disculpar mi interrupción querida Celestina, pero creo que es de público conocimiento que el gobierno de tu país no atraviesa los graves episodios de violencia que se están produciendo en otras partes del mundo. Sin embargo basta ver las continuas amenazas con pruebas nucleares de ciertas potencias asiáticas, para saber que el equilibrio mundial pende de un hilo.
Celestina Rocher dirigió sus ojos azules hacia Rosa Pietra y con una sonrisa condescendiente dijo:
-Querida Rosa, conozco muy bien la problemática mundial… A pesar de ello considero que no es muy diferente a las amenazas que han padecido nuestras antecesoras muchos siglos atrás. –dicho esto continuó con su alocución- Creo que la sensibilidad y la comprensión con respecto a las nuevas generaciones de damas ameritan cierta flexibilidad de parte nuestra. Es de vital importancia que se sientan comprendidas y respaldadas y que no crean que la deserción es la única salida para sus vidas. No abono a la teoría de retomar las antiguas leyes. Su marcado arcaísmo y su vetustez no creo que puedan mejorar la situación actual de las niñas.
Los rostros de Rosa Pietra y de Ópalo Pierre estaban morados de rabia. Nunca imaginaron tan férrea oposición de parte del clan belga. Aún conservaban su esperanza en las exposiciones de los clanes alemanes restantes. Sin embargo las cosas no estaban saliendo tan bien como pretendían.
-Para terminar quisiera agregar que en mi nombre y en el de toda mi familia queremos agradecerle a Zafiro Pedra el excelente trabajo que ha estado desarrollando estos últimos años. –y mirando directamente a los ojos de Zafiro agregó- Quiero que sepas que cuentas con todo nuestro apoyo querida Zafiro.
La dama portuguesa sonrió con pudor y le agradeció a la dama belga con una leve inclinación de cabeza.
-Eso es todo. Les agradezco a ustedes también haberme escuchado con tanto respeto y atención.
Nuevamente un silencio abrumador acaparó el salón de reunión. La palabra ahora quedaba en manos de Ágata Roccia. Marina sintió un escalofrío a lo largo de su espalda. Algo andaba muy mal y su madre no se atrevía a confesárselo.
Ágata era una mujer imponente. Se levantó lentamente de su silla y recorrió con su penetrante mirada cada uno de los rostros que estaban presentes en aquella reunión. Su voz era segura y tranquilizadora.
-Queridas hermanas, no voy a extenderme demasiado porque todavía quedan muchas exposiciones por efectuarse y me gustaría que cada una de nosotras tenga el tiempo necesario para hacerlo con corrección. Creo con firmeza que lo expuesto por Celestina Rocher es de una claridad e inteligencia notables. No comparto la idea de volver al pasado y aferrarnos a métodos que en la actualidad carecen de absoluto sentido. Confío en la palabra, en la comprensión y en el consejo sano. Repito, creo firmemente en la persuasión a través de la palabra. Opino desde lo más profundo de mi corazón –hizo una pausa, miró fijamente y de manera significativa a Zafiro y continuó- que cualquier medida de coerción puede resultar absolutamente contraproducente. Lo que estamos buscando es fomentar la conciencia de nuestras jóvenes y no la rebeldía ante un método arcaico y brutal.
Las últimas palabras de Ágata sorprendieron a cada una de las presentes. En su discurso se podía adivinar un mensaje tácito que tenía una clara destinataria, pero hasta ese momento ninguna de ellas lograba desentrañar el nudo del misterio.
Ágata agradeció la atención y dio por finalizado su discurso sin dejar de mencionar su apoyo incondicional al brillante desempeño de Zafiro Pedra al frente de la jefatura del Clan.
Zafiro que había permanecido la mayoría del tiempo con la mirada baja, decidió que ya era hora de enfrentar los ojos de Ágata Roccia. Cuando ésta se sentó a su lado, con afecto apoyó su mano sobre la de su amiga y le dijo al oído.
“No sabes cuanto lo siento Ágata. Pero no encuentro otra salida…”



Salón de discursos en Valdivia


2 comentarios:

la MaLquEridA dijo...

¿Pero qué va hacer Ágata? hay ocasiones que imagino que si el mundo se rigiera por las mujeres otro gallo cantaría aunque creo que se agarrarían a mordidas cada rato je.


Besos.

MIMOSA dijo...

¿A qué salida se refiere? Este final me deja aturdida y deseosa, así que continuaré rauda.
Nos vemos en el siguiente capítulo
Besos linda!